domingo, 1 de febrero de 2015

¿QUÉ BIOTIPO TENGO? RETRATO DE VATA




Tipo de piel: seca
Los elementos: aire

Características generales: ligereza, sequedad, actividad, frío, transparencia

Contextura física: cuerpo delgado, las personas de este tipo no poseen proporciones perfectas; estatura alta o baja.
Peso: complicado de subir de peso y fácil de perder.
La forma de rostro: alargada y estrecha, frente pequeña.
Piel: fría, rasposa, seca, contonalidades amarillas, con poros muy pequeños, fina y sensible como la de un bebé, con tendencia a arrugas anticipadas, ojeras pronunciadas; se broncea con facilidad.
Cabello: oscuro, seco, rizado, fino y algo áspero.
Uñas: decoloradas, blandas, finas.
Labios: finos, secos, con tendencia a agrietarse.
Ojos: pequeños, marrones o grises, con tendencia a irritarse, pestañas no abundantes.
Nariz: larga, fina.
Dientes: pequeños, rasposos, torcidos.
Lengua: seca, fría, con tendencia a agrietarse e irritarse.
Apetito: no regular, suelen consumir poco alimento; no comen regularmente, se declinan por comida caliente.
Resistencia: baja; se cansan rápido; padecen de cansancio y debilidad, la energía vital no es abundante y se gasta con facilidad.
Sudor: no sudan casi.
Sueño: discontinuo, ligero, sensible a los ruidos.
Defectos: timidez; dudosos, incapaces de tomar decisiones; nerviosismo, falta de fuerza de voluntad, alterados.
Virtudes: capacidad de adaptación, hiperactivos; fuerza artística; creativos; mente clara; profesores, maestros, músicos, líderes espirituales, pintores, filósofos natos.
Sexualidad: frialdad, bipolaridad, inconstancia; las relaciones sentimentales prevalecen sobre las relaciones sexuales.
Centros de dominio de Vata en el organismo: intestino grueso, piel, …, riñones.
Enfermedades y disfunciones característicos: caspa, arrugas, dolores punzantes en la espalda, artritis, ansiedad, crisis nerviosas, insomnio.



Retrato de Vata.
Imagínense el viento. Sopla frescura, secando la humedad de la tierra y el rocío de los campos. A veces su movimiento es ligero y mudo, apenas perceptible, pero en momentos de cólera, azota los vidrios de las ventanas y dobla los troncos de los árboles más robustos hasta partirlos, esparciendo cargas eléctricas nocivas en el aire y devastando el mundo a su paso. Puede manifestarse a través de un afelpado susurro de hojas o en forma de un terrible rugido del huracán. Lo único constante en el viento es su inconstancia y movimiento. Su naturaleza es ambiciosa, refinada e inestable.

La belleza en toda su magnificencia de Vata, se abrirá ante los ojos de aquellos, capaces de ver, sentir y comprender el viento.
Su piel es fina, con diminutos poros, algo seca y fría. Sus rasgos suelen ser delicados y frágiles, no siempre proporcionales; a veces alargados y estirados, con pómulos altos y sobresalidos, ya que los huesos marcados es algo muy característico para Vata.
Sus ojos son oscuros. Sus cabellos también, a menudo rizados, ásperos y desobedientes. Vata puede ser de estatura alta o puede ser diminuta, en cualquiera de los casos, su figura es delgada. Ataviada con vestimenta de colores pasteles, Vata luce fresca y radiante, y el metal que más le favorece es el oro; el color dorado resalta con la tonalidad “café con leche” que suelen poseer las personas de este tipo biológico.
Vata es pasional y se entrega al fuego del amor muy rápido, de hecho, el frenesí es característico para cualquier idea que despierte su entusiasmo. Su imaginación es viva y sagaz. Son personas con un sentido de humor muy fino, provistos de sensibilidad creativa; se distinguen por su ávida intuición y emprenden con fervor cualquier tarea nueva.

Cuando Vata se siente feliz, reluce de alegría e irradia energía positiva, que contagia a todos los que se encuentren a su alrededor. Pero se apaga igual de rápido que se enciende; sus fuerzas vitales (y su dinero) se gastan muy pronto. Carece de la resistencia y voluntad necesaria para materializar el remolino de ideas que produce su lúcida mente.  En ocasiones proyecta la imagen de una persona histérica y caprichosa, debido a la combinación entre su tendencia a alterarse fácilmente y la falta de ambición. Por un lado, su vivaz mente atrapa velozmente nuevas ideas e oportunidades, por otro lado, pueden esfumarse de su cabeza con la misma veleidad. La consecuencia de este enfrentamiento son cambios bruscos de humor, que, si no se controlan, pueden a la larga acrecentarse en bipolaridad crónica.
Los ambientes ruidosos no son favorables para las delicadas criaturas tipo Vata. 

Tampoco el clima frío y ventoso es recomendable para su frágil biotipo. Los alimentos fríos, como las frutas, las ensaladas de verduras frescas y los restos de comidas anteriores no constituyen un buen alimento para tipo Vata, sin embargo, una sopa-puré caliente de espárragos o espinacas, acompañada de un pedazo de pan integral le proporcionará las fuerzas vitales necesarias y saciará su hambre por muchas horas. Una actividad agitada debilita el endeble sistema nervioso de Vata, mientras que una vida desordenada puede causar un estado de pánico crónico para su mente y su cuerpo. Si Vata no está en buena forma su inconstante atención recae en asuntos intrascendentes e irrelevantes otorgándoles el estatus de graves problemas.
Ante los contratiempos, primeramente se ve afectada la estabilidad del apetito; éste desaparece con la mínima presión anímica. Inmediatamente la ansiedad emocional manifiesta sus estragos en el cuerpo; la piel se reseca y se agrieta dando lugar a pequeñas arrugas.

Las personas que se expresan de forma vulgar y grosera hieren profundamente a la sensible Vata, sobre todo, si las groserías e indelicadezas, dichas en un tono rudo, proceden de personas cercanas. Extremadamente perceptiva a la expresión verbal, Vata puede derrumbarse por un comentario pronunciado sin discreción.
Sin embargo, el remedio más eficiente para consolar y alentar a las personas de este biotipo es una simple caricia; una muestra de ternura y apoyo, en ocasiones, es más efectiva para apaciguar el torbellino interior de Vata que cualquier otra acción.
Un fresco aroma del frondoso bosque, las fragancias de la naturaleza como el pino, jazmín o rosas; una hermosa mañana veraniega, cuando el sol apenas empezó a brillar en el horizonte, pero todavía se divisa la pálida ostra de la luna; la sensación de tener los pies sobre la Tierra, firme y segura, y un lozano paisaje frente a sus ojos; conforman el ambiente idílico para equilibrar y restablecer el mundo interior de Vata.

Si no encontraste similitudes con este biotipo, consulta las descripciones de las otras dos "doshas"
PITTA
KAPHA

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