domingo, 19 de julio de 2015

LAS MENTIRAS MÁS GRANDES DE NUESTRO TIEMPO



“Cūrā tē ipsum o medice, cūrā tē ipsum” es una sentencia latina que literalmente significa: "Médico, cúrate a ti mismo." Es usado para incitar a los profesionales sanitarios a curarse a sí mismos antes de atender a sus propios pacientes. En la Antigua China, cuando un médico caía enfermo era echado de la comunidad y dejaba de ejercer su profesión. En Oriente, cuando enfermaba un médico, le decapitaban porque eso significaba que era un embustero. ¿Y qué pasa en la actualidad?

Fíjate que interesante, cómo acaban tus gurús. Un informe nos dice: Iyengar, el introductor de yoga en Occidente, muere en India a los 95 años al no poder superar una insuficiencia renal. No hay duda de que el ejercicio de yoga procuró a Iyengar salud y longevidad, que han desaparecido a la edad de 95 años. La fundación que lleva su nombre informó de que el maestro falleció en la ciudad de Pune, en el oeste de la India, al no poder superar los problemas cardiacos y renales que sufría. Aquejado de palpitaciones y dificultades respiratorias, tuvo que someterse a sesiones de diálisis para depurar su sangre durante unos días. Está científicamente demostrado que los simples campesinos de India superan con creces la edad de 90 años, simplemente trabajando toda su vida y labrando la tierra con sus manos. En una breve reflexión sobre yoga leemos: Yoga no fue creado para proporcionar la salud a sus practicantes. Fue creado como un medio, una vía de liberación – moksha. Liberación de las ataduras que nos tienen sujetos al ciclo de renacimientos, liberación, entre otras cosas, del cuerpo físico. No es un medio para vivir más, es un medio para dejar de vivir en este mundo si llevamos la práctica a su punto final.

Gopi Krishna, ex yogui de Cachemira quien introdujo la teoría del “Kundalini” (“energía vital” y “serpiente”), estuvo a punto de caer en locura completa en 1937, mientras meditaba sobre su “chakra” superior (o “tercer ojo”).
Dijo: “De aquí en adelante, durante largo tiempo, tuve que vivir pendiente de un hilo, debatiéndome entre la vida y la muerte, entre la salud y la enfermedad. (…) He pasado por casi todas las etapas de (…) tipos de mente: mediúmnica, psicótica y otros; durante un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura”.

El Swami Prabhavananda advierte sobre los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración yoga: “A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada, pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar”.

El Presbítero Manuel Guerra, un importante investigador de las sectas, afirma que es un riesgo “suprimir la conciencia”, pues según el segundo principio del “sutra” (discurso de Buda), “el yoga consiste en impedir que la conciencia/pensamiento tome formas diversas”, o sea, en la “cesación de la actividad mental”.

El Cardenal Norberto Rivera Carrera señala: “El yoga es, en su esencia, un ejercicio espiritual y corporal nacido de la espiritualidad hindú. Las posturas y ejercicios, aunque se presentan como un simple método, son inseparables de su sentido propio en el contexto del hinduismo. El yoga es una introducción a una tradición religiosa muy ajena al cristianismo. La palabra ‘yoga’ significa ‘unión’. Habría que preguntarnos: ¿unión con qué?”.

Y seguimos leyendo: A la luz de estos datos se hace más que cuestionable el halo que solemos tener de Hatha Yoga: quieres estar sano – practica Hatha Yoga. Pero no nos engañemos: la práctica de Hatha Yoga NO TIENE NADA QUE VER con la salud. En resumen, cualquier deporte o simples estiramientos combinados con ejercicios de fuerza te harán más beneficio para tu salud. La cuestión tiene otro lado: 20 millones de personas practican yoga en USA. Ya no se trata únicamente de una disciplina física y mental, sino de una industria que sólo en ese país deja ganancias de hasta US$5.000 millones por año.

El gran mago contemporáneo Carlos Castaneda, el hombre misterioso quien ha llevado a miles de personas en todo el mundo a la ruina personal, a suicidios y psiquiátricos, a la drogadicción y paranoia, etc. El gran mago murió a los 72 años a causa de un cáncer de hígado, en un estado psíquico muy dudoso, rodeado de sexo y paranoias. ¿Y porque no ha desaparecido desde este plano simplemente convirtiéndose en luz, en pleno ser consciencial?
El Osho, el gran océano de la sabiduría también murió de cáncer de hígado. Después de escribir cientos de libros de enseñanza espiritual que, por cierto, no eran malos pero eran incompletos, siempre quedaba una parte oculta, algún secreto por revelar o descubrir.

Luego nos encontramos con Mikao Usui, el fundador del sistema reiki para el tratamiento de enfermedades y desequilibrios físicos, mentales y emocionales, también murió, si claro está que todos morimos, pero él lo hizo a los 62 años de edad de un derrame cerebral. Leemos su biografía, en 1922 subió al monte Kurama de Kioto y en el curso de una meditación, durante la que afirmó alcanzar satori, adquirió también la capacidad de canalizar la energía vital universal que postula la tradición oriental. Usui denominó Reiki a este sistema de sanación natural, basado en utilizar esa energía vital para armonizar y favorecer la salud de uno mismo y la de los demás. Por cierto, después del retiro y del ayuno, o sea ascética. Así nació otro sistema basado en la mentira y el engaño satánico. Reiki, satanismo disfrazado de “sanación espiritual” consiste en invocar demonios con signos japoneses.  Igual que Sigmund Freud, un satanista disfrazado de psicoterapeuta.

Otro personaje de nuestros tiempos era Andreas Moritz, era naturópata, especialista en medicina ayurvédica, iridología, shiatsu y medicina vibracional, además de escritor y artista. Estudió dietética, nutrición y diversos métodos de curación natural. Entre estos métodos se encuentran la iridología, el shiatsu o la medicina ayurvédica, completando su formación como médico ayurvédico. En lugar de darse por satisfecho con el mero tratamiento de los síntomas de las enfermedades, Andreas Moritz dedicó su vida entera a comprender y tratar las causas profundas de la enfermedad, que le permitió inventar en profundidad un sistema energético de nuestro organismo. Además, se dedicó durante ocho años a la investigación activa de la consciencia y de su importante papel en el terreno de la medicina mente-cuerpo. También, Moritz se centró en desarrollar un delirante sistema de curación –el llamado Ener-Chi-Art–, que apunta a las raíces más profundas de muchas de las enfermedades crónicas. Pues, todo esto no le ayudo para nada y falleció a los 58 años a causa de una enfermedad que su familia prefiere no compartir. Porque es necesario seguir vendiendo libros.

¿Y qué pasó con Friedrich Nietzsche? El creador del súper hombre sufrió un colapso mental. Murió a los 56 años totalmente sumergido en la locura. Leyendo su biografía podemos saber que la causa del hundimiento de Nietzsche ha sido un tema de origen incierto y especulación. Un frecuente y temprano diagnóstico era una infección de sífilis, sin embargo, algunos de los síntomas de Nietzsche eran inconsistentes. Otro diagnóstico posible es un meningioma derecho retroorbital, un tipo de cáncer cerebral. En su libro La lucha contra el demonio, Stefan Zweig presenta una psicobiografía sobre Nietzsche en que sitúa la etiología de su locura desde un ángulo puramente psicogénico.

Ah, y no se salvan ni los maestros de artes marciales. Ip Man, por ejemplo, un maestro (Sifu) de las artes marciales chinas en el estilo Wing Chun, célebre por ser el maestro del reconocido artista marcial Bruce Lee en su juventud, murió a los 79 años a causa de un cáncer de esófago. Por cierto, la muerte misteriosa de Bruce Lee a los 33 años tampoco aclara todo este asunto. Y puedo seguir y seguir con la lista, estoy seguro que muchos de vosotros podéis ayudarme a completarla con más y más ejemplos.

¿Qué es lo que les pasa a todos? ¿Por qué no nos dan ningún ejemplo de milagro como el de Cristo? Así declaro, si no te acompaña el milagro – no eres ni Maestro ni Gurú, ni perteneces a Dios, ni obras para él, no estas realizando su plan.
Porque cuando lo haces Él te acompaña, y te da fuerzas suficientes para hacer cualquier milagro. Los demonios, al contrario, pueden obrar milagros. ¿Sabes porque? Porque ellos si creen en Dios, sirven al Diablo pero temen a Dios. No necesitan la Fe en Dios porque ellos saben de su existencia y conocen todos los libros sagrados de memoria, pero los verdaderos libros, los que habían sido quemados a lo largo de la historia, como la biblioteca de Alejandría entre otras, no como la Biblia moderna, que contiene 8.000 errores de traducción según dice Walter-Jörg Langbein, un científico alemán. ¿Y qué sabes tú? Con tu pobre mente apoderada por tu mísero Ego. ¿A quién le han inculcado los demonios que es el dueño de este mundo y la joya de la creación, que es el mismo dios? Eso es lo que están haciendo. Eso te ha dicho los gurús de la Nueva Era. Pues, otra mentira. Mentira tras mentira.
               

 Igor Godik

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